La Picante llega a un nuevo local: conoce más de su propuesta de comida marina

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Pero, a siete años de haber abierto sus puertas -empezando como una barra marina-, la propuesta de Fransua Robles se traslada a un nuevo y más grande local. “Hace menos de un mes se abrió la posibilidad de mudarnos a un local que queda a una cuadra del anterior. Lo tomamos y en 20 días hicimos el traspaso, para abrir el 30 de diciembre”, explica el chef a Provecho.

La mudanza la hicieron a pie por la cercanía y llegaron a una casa grande de dos niveles, de techos amplios, arcos interesantes y con una terraza ideal para esta época de verano. Después de todo ¿qué mejor que un buen cebichito en pleno calor?

Con el cambio de local también llegan cambios en el equipo, según nos afirma Robles. “Allá el aforo era de 35 personas, aquí el aforo se ha triplicado y con eso nuestro equipo tuvo que crecer. El servicio es más grande, para cocina y para sala, hemos sumado personal y todo viene mejorando y afianzándose”, comenta.

La Picante crece

“No hay día que no coma cebiche, me encanta comerlo y disfruto mucho”, nos confiesa el cocinero. Así como tiene un gran apetito por nuestro plato bandera, también lo tiene por seguir creciendo con La Picante. “Este año, en el espacio anterior, vamos a apostar por lanzar una propuesta de guisos criollos bajo la marca La Picante y más adelante, trabajaremos con otro concepto enfocado en guisos cocinados a leña, tipo picantería”, revela.

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En cuanto al concepto de comida marina, también existe intención para que llegue a otros distritos. “Hemos tenido otros locales, en San Isidro y actualmente estamos en Ica. Queremos replicar la experiencia en otros distritos que salgan del circuito gastronómico usual. Llegar, por ejemplo, a Los Olivos, Chorrillos o Comas, pero definitivamente expandirnos”, asegura Fransua.

La carta

La Picante ofrece una selección de 5 cebiches diferentes, pero nos quedamos con el que lleva el nombre del restaurante. Con trozos generosos de pescado fresquito, choclito suave, cebolla y camotito, todo se corona con una leche de tigre picante de ajíes peruanos ahumados y lenguas de erizo procesadas. Este último manjar le da un punto cremosito y especial a la preparación.

Las almejas al limón llegaron fresquitas, traídas desde el sur de Lima, como explican en su carta. Fransua comprueba su frescura agregando el limón en la mesa, lo que nos permite ver los movimientos del molusco. Se come en un solo bocado y la experiencia es indescriptible.

Nuestro favorito fue el tiradito al natural, que combina pescado, pulpo y conchas de abanico selladas. Se sirve con granitos de choco asado, rodajas de ají y se corona con una leche de tigre clásica, con el punto preciso de acidez para darle sentido a cada bocado.

Desde su local de Ica llega una sopa seca de mariscos, que combina la pasta cocida al momento en el clásico aderezo criollo, servida con una mixtura de mariscos suculenta. También podemos encontrar opciones como causas, leche de tigre, arroces y jaleas. Lo que más resalta es la opción de pedir un pescado entero, que se puede preparar de dos formas o más y que siempre cumple con la sostenibilidad, respetando las tallas mínimas, pesos permitidos y vedas establecidas.

La Picante es un ejemplo de que, cuando se trabaja bien, con ingredientes de calidad y con amor a la comida (ese que transmite Fransua cuando se le escucha hablar de la misma), se puede llegar lejos y conquistar al público limeño -uno muy exigente si se trata de cocina marina-.