Fernando Roca Canales

La primera generación del debutó en el mercado mundial como un del segmento mediano en 2001 y después de 20 años presentó su cuarta y vigente generación. Esta última fue la que nosotros probamos durante unos días en la ciudad de Lima y aquí te contamos lo bueno y mejorable de esta camioneta.

Un dato importante sobre esta generación es que su producción ya está dentro del marco de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, por lo cual distintos modelos de estas marcas comparten plataforma y algunos componentes. En este caso, el Outlander tiene esas similitudes con el Renault Koleos y Nissan X-Trail, los cuales son modelos con los que también compite.

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Ahora, lo primero que nos llama la atención de este vehículo es su diseño, ya que tiene una silueta deportiva, en especial cuando lo miramos desde el lateral. El frontal tiene un aspecto robusto, mientras que las molduras en color negro mate le aportan deportividad. Asimismo, en esta zona delantera encontramos los faros LED que brindan una buena iluminación. Por el lateral, se pueden apreciar los trazos de diseño a lo largo de la carrocería, así como sus neumáticos de perfil deportivo con medidas 255/45R20 y aros de 20″ que resaltan por la sofisticación de su diseño. En tanto, es aspecto de la zaga es más sobrio, aunque mantiene su elegancia.

Respecto a sus dimensiones, el Outlander mide 4,710 mm de largo, 1,862 mm de ancho, 1.745 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.706 mm. Esta versión tope pesa 1.690 kg; es decir, un poco más que el Koleos, pero apenas unos kilos menos que el Xtrail, ambas también en su versión tope. Sobre sus cotas todoterreno, el Outlander tiene una altura mínima al suelo de 210 mm, un ángulo de entrada de 18,1°, ventral de 18,1° y 22,2° de salida.

Tomando en cuenta estas cifras y el perfil de llantas deportivas, se configura como un SUV enfocado en la ciudad. A nuestra consideración, tiene un buen despeje, como para evitar golpear con rompemuelles gigantes o baches regulares, pero no el suficiente para trochas profundas. Para ese tipo de maltrato y tareas, Mitsubishi cuenta con el Montero Sport.

Sin embargo, para aquellos fueras de ruta, el Outlander tiene la capacidad de traccionar correctamente porque utiliza un sistema 4WD. Este tipo de tracción nos permitirá circular con mayor tracción y firmeza cuando el terreno se pone complicado como en barro, lluvia o nieve. En la práctica, si lo sometemos a pendientes pronunciadas el vehículo puede subir, aunque muy difícilmente notamos que alguna de sus ruedas patina. Igual, tomemos en cuenta, que tanto los AWD como 4WD tienen capacidades 4x4 limitadas por la electrónica. No son 4X4 puros, sino que son SUV urbanos con algunas capacidades off-road.

La otra cara de la moneda es que la electrónica aporta en lo que refiere a seguridad, ya que este vehículo cuenta con control de tracción, control de estabilidad, sistema de ascenso de pendientes, sistema de descenso en pendientes, brake assist, frenos ABS + EBD, los cuales permiten que el conductor obtenga mayor control sobre el vehículo.

Con relación a la motorización, utiliza el propulsor aspirado con cuatro cilindros de 2,5 litros DOHC de inyección directa que genera 181 hp a 6.000 rpm y 245 nm a 3.600 rpm. En otras palabras, es el mismo motor del X-Trail y, de hecho, el Outlander también utiliza un sistema de transmisión CVT. Más allá de la comparativa, encontramos que este bloque tiene suficiente capacidad para mover el peso del vehículo. La relación peso/potencia en esta versión es 9,33 kg/hp, por lo que su respuesta es regularmente rápida antes de los 100 km/h. Esta en medida que conduzcamos en el modo normal, ya que si giramos la perilla hacia Eco, su respuesta es relativamente lenta y poca adecuada para sobrevivir en el tráfico limeño.

Un aspecto importante es el consumo de combustible, que es gasolina para sus dos versiones. En ciudad nos rindió 29 km/g, mientras que cuando vamos por carretera alcanza 36 km/g: son cifras que están un peldaño debajo de la media en su categoría.

En donde sí resalta es la suspensión, ya que a pesar de que tiene unas llantas de perfil bajo, se percibe una suavidad cuando cruzamos rompemuelles o pistas irregulares. De hecho, esto es ventaja de la suspensión Multi link que encontramos en el eje posterior. Adicionalmente, también se percibe mucha estabilidad en curvas, lo que nos permite frenar menos sin perder el control. En ese sentido, consideramos como destacable sus capacidades en este apartado.

Por otro lado, tiene frenos de disco ventilado adelante y de disco sólido en el eje posterior. En nuestra experiencia, estos resultan ser buenos, aunque para nuestro gusto le agregaríamos un poco de contundencia.

Ya dentro de la cabina, apreciamos que todos los asientos están tapizados en cuero sintético y que en su zona central están cubiertos de un material tipo gamusa, el cual es muy cómodo porque evita la molestosa sudoración que se genera entre la piel y el cuero sintético. Adicionalmente, el asiento de conductor tiene ajuste eléctrico, mientras que la del copiloto es de asuste manual.

En cuanto el espacio que ofrece para sus ocupantes, encontramos un buen espacio para los asientos delanteros y segunda fila. No obstante, el acceso a la tercera fila es complicado, asimismo consideramos que están diseñados para niños o personas de una estatura de como máximo 1.65 metros.

En tecnología, encontramos una pantalla touchscreen de 8″ con Android auto y Apple CarPlay, aire acondicionado con climatizador digital tri-zona, puertos de carga USB, cargador inalámbrico, sensores de parqueo y una cámara de retroceso.

En seguridad, cuenta con 7 airbags y un sistema de asistencias avanzadas a la conducción como Sistema de frenos override (BOS), Sistema de señal de detección de emergencia (ESS), Sistema de prevención de impactos frontales (FCM), Sistema de alerta de punto ciego (BSW), Asistente de cambio de carril (LCA), Alerta de tráfico trasero (RCTA), Advertencia de cambio de carril (LDW), entre otros.

Lo más importante es que esta última generación que se produce en Japón alcanzó las cinco estrellas de seguridad de cinco posibles en las pruebas realizadas por Latin NCAP.

Por último, los únicos detalles en los que podría mejorar este SUV es en incluir una cámara de 360°, unos neumáticos con perfil más alto para no arriesgar que se raspen y ampliar el espacio para la tercera fila de asientos.

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