Nora Sugobono

Son muchos los almuerzos que podría dedicarle a Puerto Máncora. No solo porque la comida es generosa en sabores y productos, o porque la coctelería me sorprende con creaciones de autor que bien los encontraría en cualquier barra renombrada de Lima: repetiría, principalmente, por la atención al detalle. Los chifles llegan calientitos a la mesa, finísimos y crujientes. Provoca pedir una bolsa extra para llevar a casa (y ojalá algún día las vendan) junto con un litro de su algarrobina, para tenerla bien helada en la refrigeradora cuando el antojo despierte.

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La vajilla, la música, hasta las salsas de ajíes: todo suma. Estamos en el segundo local de la marca —el primero, en La Molina, sigue siendo un rotundo éxito— ubicado en el patio gastronómico Refugio. A diferencia de otros formatos, ellos están situados en una zona del recinto más privada, con mesas propias y un espacio diferencial. La carta es la misma tanto en La Molina como en Refugio (y ambos abren todos los días de la semana). La única diferencia está en que el local de Surco también atiende de noche, con una carta especial de piqueos que incluye wantanes rellenos de cangrejo, spring rolls de mariscos, makis y, cómo no, fresquísimos cebiches —entre otros— pensados para maridar con las opciones del bar. Hay vinos por copa y hasta tienen su propia cerveza, como para redondear la experiencia.

En la carta hay seis tipos de makis. Aquí, el popular acebichado y el banana roll, con láminas de plátano.
En la carta hay seis tipos de makis. Aquí, el popular acebichado y el banana roll, con láminas de plátano.

El nombre del restaurante nos marca el hilo conductor del menú: Máncora, balneario piurano y paraíso soleado durante todo el año, es la inspiración y el punto de partida. Aunque muchos lo preguntan, el local no empezó ahí (ni tiene sucursal), pero no descartan la idea de ampliar la franquicia, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

De hecho, fue en Lima que el empresario gastronómico y cocinero Christian Cornejo, norteño de pura cepa, decidió apostar por este concepto dos décadas atrás. Las recetas de su madre sentaron la base, pero hoy en día la carta de Puerto Máncora se nutre de distintas influencias, con especial atención en los sabores y técnicas de la comida china y la nikkei.

Restaurante Puerto Máncora en Patio Gastronómico el Refugio
Restaurante Puerto Máncora en Patio Gastronómico el Refugio

Al frente de esta cocina está el chef ejecutivo Marcos Villafuerte, quien acaba de presentar una nueva carta de temporada donde brilla un arroz aparihuelado capaz de levantarle los ánimos a cualquier espíritu en necesidad de un empujoncito. Visitarlos es buen plan en cualquier momento, pero si se quedan en Lima por Semana Santa, aprovechen para darle una probada a este menú, que incluirá alguna que otra sorpresa. //

Además…
Una mesa para Semana Santa

Como manda la costumbre 

Ya se ha vuelto una especialidad de la casa ofrecer un plato que es un clásico de las mesas piuranas durante la época de Pascua: el seco de chavelo. En Puerto Máncora lo sirven durante toda la Semana Santa, con la tradicional carne seca y un guiso a base de plátano verde, cebolla, tomate, entre otros ingredientes. Se acompaña de infaltables chifles. Que, por cierto, los hacen frescos todos los días en este local. 


Cerca del público

Hace poco, el restaurante emblema de Puerto Máncora, ubicado en La Molina, celebró 20 años de apertura. A este se sumó el local de Refugio, en Surco, y muy pronto vendrá un nuevo espacio en Miraflores, cerca de la avenida La Mar. Así, serán tres los locales con el sello de esta mesa.

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